Las andanzas de Félix

Félix es uno de mis alumnos, tiene 9 años y cursa segundo básico. Su diagnóstico es deficiencia mental leve. Es delgado, alto para su edad y moreno, bien chocolate.



Cuando lo conocí, sentí pena por este niño, pues lo veía tan desvalido. Este niño no sabe leer ni escribir, pero esta en vías de ello. Hemos logrado bastantes avances este año, reconozco que tenía una capacidad de aprendizaje oculta, un tanto dormida, y la hemos ido explotando poco a poco. Su gran debilidad es el nulo apoyo familiar, pues hasta la fecha jamás se han presentado a reuniones, y lo hacen faltar continuamente al colegio. Todas estas desventajas han causado que el niño esté donde esté.


Es bastante gritón, todo lo habla por exclamaciones y con el típico acento de la zona. "pare un elefánte" "jui pa ya" (faltas ortográficas a propósito, para representar el habla de él)

Es un niño espontáneo, ingenuo, que dice cada cosa, que la verdad me hace reir mucho. Es como las peripecias de nuestro querido Papelucho. Es astuto, y pese a que los demás lo consideran "cerebrito", el niño se ha ido superando poco a poco.


A veces como profesor uno se involucra demasiado en las vidas de sus alumnos, como en este caso, que dolía verlo tan desvalido, por la falta de responsabilidad de su entorno familiar. Se lucha hasta donde se puede, pero lamentablemente en otros casos no hay nada que hacer, como el caso de otra pequeña cuya madre está en coma, la tía con cáncer, abuela ya mayor, y le quedan sólo unos tíos borrachos. ¿Dejarían una menor con hombres así?