Noche de fiesta
Anoche fue la fiesta de aniversario de la tienda, era de caracter formal, y esta vez fue separado, pues antiguamente siempre se realizaba en cadena, con los funcionarios de todas la tiendas reunidas.
Pensaba no ir, pero mi yunta Marisa, me terminó convenciendo y fui. Nos juntamos en grupo a la salida del trabajo y de allí nos fuimos al local donde era la recepción.
La pasamos muy bien, como eramos demasiados nos correspondió sentarnos alejados del resto. Antes nos pasó que elegimos una mesa, en la cual habían bolsas con gorros y corbatas. Pasó que tuvimos que cambiarnos de mesa, pues la escogida anteriormente era la de los jefes, ya era demasiado tarde cuando una compañera recordó que había colocado un rollo de papel higiénico dentro de la bolsa, la gran y divertida sorpresa fue que justamente se sentó allí nuestra jefa. Que loco, que manera de reirnos.
Para seguir el cuento, llegaron los aperitivos. Me tocó un pisco sour y como estoy poco acostumbrada a beber, se me anduvo subiendo a la cabeza, por suerte luego llegó la comida y con eso se desvaneció totalmente.
Vino un show de un comediante, humor popular, muy similar a los chistosos que se suben a las micros. No me gustó mucho.
Y luego vino la orquesta bailable y comenzó el bailoteo. Comenzó el desfile de los que habían bebido demás, y cada rareza.
Pero sin duda lo mejor de la noche, fue lo que le pasó a mi amigo Danilo. Pues se vino un tipo a nuestra mesa, estaba todo ebrio y mojado con el vino que había derrochado en sí. Cuando de repente se le tira al dani. Yo dije que onda, y me hice a un lado. Ufff que mala lo dejé solo al pobre. El otro se pensó que era gay y lo estaba invitando a salir. Mi amigo no pudo más y se esfumó al baño diplomaticamente, tanto que tardó más de media hora en regresar.
Ya le había comentado meses atrás, lo que pensaban de él. Pobre. Que se puede hacer cuando los demás crean o piensan algo de ti que no eres????
La fiesta luego acabó, y nos fueron a dejar a nuestras casas en furgones, lo pasé muy bien. Valió la pena ir a la dichosa fiesta.
Pensaba no ir, pero mi yunta Marisa, me terminó convenciendo y fui. Nos juntamos en grupo a la salida del trabajo y de allí nos fuimos al local donde era la recepción.
La pasamos muy bien, como eramos demasiados nos correspondió sentarnos alejados del resto. Antes nos pasó que elegimos una mesa, en la cual habían bolsas con gorros y corbatas. Pasó que tuvimos que cambiarnos de mesa, pues la escogida anteriormente era la de los jefes, ya era demasiado tarde cuando una compañera recordó que había colocado un rollo de papel higiénico dentro de la bolsa, la gran y divertida sorpresa fue que justamente se sentó allí nuestra jefa. Que loco, que manera de reirnos.
Para seguir el cuento, llegaron los aperitivos. Me tocó un pisco sour y como estoy poco acostumbrada a beber, se me anduvo subiendo a la cabeza, por suerte luego llegó la comida y con eso se desvaneció totalmente.
Vino un show de un comediante, humor popular, muy similar a los chistosos que se suben a las micros. No me gustó mucho.
Y luego vino la orquesta bailable y comenzó el bailoteo. Comenzó el desfile de los que habían bebido demás, y cada rareza.
Pero sin duda lo mejor de la noche, fue lo que le pasó a mi amigo Danilo. Pues se vino un tipo a nuestra mesa, estaba todo ebrio y mojado con el vino que había derrochado en sí. Cuando de repente se le tira al dani. Yo dije que onda, y me hice a un lado. Ufff que mala lo dejé solo al pobre. El otro se pensó que era gay y lo estaba invitando a salir. Mi amigo no pudo más y se esfumó al baño diplomaticamente, tanto que tardó más de media hora en regresar.
Ya le había comentado meses atrás, lo que pensaban de él. Pobre. Que se puede hacer cuando los demás crean o piensan algo de ti que no eres????
La fiesta luego acabó, y nos fueron a dejar a nuestras casas en furgones, lo pasé muy bien. Valió la pena ir a la dichosa fiesta.