Punto de quiebre

Muchos padres cuando esperan tener un hijo, esperan que este niño venga al mundo lo más sanito posible, y que crezca fuerte y sano a lo largo de su vida. ¿Qué pasa cuando a raíz de una enfermedad, que nisiquiera es reconocida como una enfermedad grave, sino como una de las tantas que afectan a los niños cuando son pequeños, se complica y provoca severas contusiones? Y aquel niño, el hijo de las entrañas, queda de un día para otro con daño cerebral.

Todavía siento un escalofrío enorme rondando mi cuerpo, cuando una compañera de trabajo me cuenta que su pequeña esta hospitalizada, la niña de 4 años estaba con varicela, y de repente se complicó la peste , pues un virus provocó daño cerebral. Ella me decía, "estuve con ella todo el día de ayer y ahora estaba más mal, la miro a sus ojitos y la que está ahí no es mi hija, es otra, está en otro lugar".


Chuta, soy educadora diferencial, que le decía a esta madre, a esta mujer que estaba destrozada por su pequeña, que teniendo a su bebe hospitalizada, estaba trabajando para ganarse una platita extra, porque si los demás tenemos problemas económicos, ella los tiene el doble. Dos hijos y con un trabajo sólo de fines de semana. ¿Que le decía? ¿Como le daba apoyo?


Cuántas apoderadas conocí, en similar situación que a raíz de otras enfermedades se vieron de repente con un hijo discapacitado. Está destrozada, lo sentí tan fuerte, que se me llenan los ojos de lágrimas de recordarlo y sobretodo en estas fechas a víspera de navidad. "Fuerzas, saca garras de donde sea, y lucha por tu niña, por sacarla adelante", esas fueron mis palabras. Las circuntancias de la vida son así, nunca estamos completamente alejados del umbral de la discapacidad, en cualquier momento puede ocurrir cualquier cosa, que nos hace pensar ¿por qué a mi?


Lo siento chicos, no tengo cabeza para pensar en encuesta ahora, tenía que postear sobre esto, y sobretodo de agradecer a la vida por lo que Dios me ha dado y me sigue dando.