Plan dental

Hoy tuve mi encuentro con la sala dental, la verdad que no me apasiona en nada ir a estos lugares, de hecho cuando niña tenía pánico ir allí, sentarme en ese asiento tan incómodo lleno de máquinas, hasta mis lágrimas salían.
Ahora de adulta, obviamente ya no hay berrinches como antes, pero si el recelo hacia estas salas. Hoy sólo sería el inicio de lo que vendrá, por lo tanto no tuve que escuchar a la bendita máquina esa tan molesta que hace unos ruidos y emite olores desagradables.


Los aparatos habían cambiado algo desde la última vez que fui (hace dos años), ahora se han modernizado y para tomarme las radiografías lo hicieron con una camarita conectada a un pc, por el cual me tomaban los rayos. Mis recuerdos apuntaban a la plaquita que una debía sujetar con los dientes.

Es tan necesario el servicio dental, pero tan poco accesible a todos los bolsillos hoy en día, en mi caso más que el pavor de ir al dentista, era el horror a la cuenta que me saldría. Y con el millonario sueldo que ganaba antes ni soñar con un presupuesto dental.


Así que dentro de las próximas semanas, pasaré unos cuantos minutos sentada en uno de esos asientos, espero que la máquina esa se haya modernizado también, pues sólo pensar en ella me causa pavor.

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