Nombres versus Apellido

A veces me pregunto que pasa por la cabeza de algunos padres cuando bautizan a sus hijos. Se dejarán llevar por el fanatismo que manifiestan hacia ciertos personajes que colocan a sus niños los mismo nombres que sus estrellas favoritas, sin embargo no consideran que no le pega ni le junta con el apellido que llevarán.


Como profesora, vi mucho de estos casos en los colegios, a tal extremo, que muchos niños se llamaban brallan, si así como lo leen, con falta de ortografía y todo. Encontré muchos Brian, Kevin, Colette, Jennifer, con apellidos como González, Pérez o Soto, por nombrar los más comunes.


Y esta costumbre no sólo viene de ahora, pues en mi trabajo en la tienda, debo solicitar siempre el carnet de identidad y he visto muchos Pedro de Valdivia, Napoleon, Jose Miguel Carrera, entre otros. Pobres niños, que culpa tienen que sus padres no hayan premeditado el asunto con anterioridad.

En la época de mis padres, se estilaba que quienes colocaban los nombres a los niños eran los padrinos de bautizo, y la costumbre era colocarles el nombre según el honomástico del día en que nacían. Mi madre hasta el día de hoy se siente humillada con su segundo nombre, nació para San Abdón, y por ende le pusieron Eudomilia. Me parece que existe la oportunidad de cambiarse el nombre, pero se debe pagar por eso. Una amiga mía lo hizo, pero creo que la embarró aún más, pues de "Teresa" pasó a llamarse "Jose Paula".

En fin, creo que deberíamos de ser más conscientes a la hora de elegir los nombres de nuestros hijos, pues será algo que los acompañará cada día del resto de sus vidas.